Desde bien pequeñita, como un castigo kármico, me he tenido que alejar de las personas que yo quería.
Y, hasta hoy, no me he dado cuenta, que
hay muchos tipos de distancias.
Y que hay más factores que alejan que el simple
espacio.
Y que dos personas no están juntas si una de ellas no quiere.
Y que
da igual si son centímetros o kilómetros, barrios o países lo que
nos separan.
Y que hay mucha gente lejos a mi lado.
Y que hay mucha gente a mi lado que está lejos.
Y que ya sólo
quiero estar, con la gente que se trabaja la cercanía,
esté
donde esté.
Me gustas mucho y me encantaría estar a tu lado cuanto más tiempo mejor. Prefiero permanecer en el anonimato.
ResponderEliminar¿Será posible que no haya visto tu comentario hasta cuatro años después? El correo no me avisó, o lo eliminaría sin querer. Te pido disculpas. Muchas gracias por tus palabras, no sé quien eres pero tu comentario me ha hecho mucha ilusión, aunque lo haya visto con tanto retraso.
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