21 de diciembre de 2012

Complicidad en la rivalidad



Dicen que es importante elegir bien a nuestr@s amig@s, pero que más importante es saber elegir a l@s enemig@s.
Extraña verdad he encontrado en estas palabras, cuando, a raíz de una pelea anécdotica, empezó mi infantil conflicto con una chica.
La fuí conociendo mejor al callarse nuestras bocas, ya que me permitió escuchar otras formas por las cuales hablaba. Los actos.
Extrañamente, darle la espalda ha sido la mejor forma de asegurármela.
Dice más el tenso silencio que se genera al encotrarnos que aquella conversación de saludo que manteníamos.
¿Cómo poder explicar que nuestra rivalidad es más bonita que nuestra amistad?
La exclusividad de mi enemistad se ha convertido en una muestra de respeto y afecto. También siento bastante complicidad, e incluso, orgullo.
Motivos que me mantienen en no querer hacer las paces. En disfrutar lo hermoso que esta lucha está sacando.
Como amiga, nunca le hubiera dedicado una entrada en el blog. Pero nuestra guerra sí se la merece.

Es extraño, pero bonito.

17 de noviembre de 2012

Today

  Hoy escuché un eco del pasado, me dí la vuelta para ver de donde venía. Era un eco, ya no había nada. Sólo yo mirando recuerdos. La gente que me importó, la que quise, con la que compartí. Cómo han cambiado. Cómo nos quisimos, ¿se acordarán de mí?. ¡Qué lejos estamos! Curioso, eso hoy no me duele.

  Hoy por primera vez, miré al pasado, sin que me doliese. Sí, todo cambió como debía, todo es como deber ser. Cuánto he luchado en contra del cambio. Qué cruel me parecía. Qué natural me parece ahora.

 Hoy estoy feliz. Comprendo que no puedo sola. Qué las cosas cambian. Qué no puedo aislarme por miedo a los finales. Qué necesito gente a mi lado. Qué debo dejar de bloquear, y empezar a fluir. ¿Más? Bueno... al menos sin sentirme mal por ello.

   Hoy... que grande es el hoy!

6 de agosto de 2012

Distancias


Desde bien pequeñita, como un castigo kármico, me he tenido que alejar de las personas que yo quería.
Y, hasta hoy, no me he dado cuenta, que hay muchos tipos de distancias.
Y que hay más factores que alejan que el simple espacio. 
Y que dos personas no están juntas si una de ellas no quiere. 
Y que da igual si son centímetros o kilómetros, barrios o países lo que nos separan.
Y que hay mucha gente lejos a mi lado. 
Y que hay mucha gente a mi lado que está lejos. 
Y que ya sólo quiero estar, con la gente que se trabaja la cercanía, 
esté donde esté.

21 de marzo de 2012

Feliz día de la poesía


¿Recordáis vuestra primera cana? Es muy pequeña. Imperceptible visualmente. Pero siempre, tarde más o tarde menos, aparece. Ella es la prueba, que nos hacemos mayores.

Recuerdo cuando nació la mía. Veintiséis de diciembre del dos mil seis. Ninguno de los dos queríamos abordar el tema, por lo que nos distraíamos con cualquier conversación banal que ayudase a esconder aquello que sabíamos que tendríamos que afrontar. Se hizo de noche. Paseábamos por mi barrio adornado con luces de colores propias de la fecha. Ya no quedaba nadie en la calle. Solo nosotros huyendo de la verdad. Nosotros huyendo del silencio.

- Creo que tenemos que hablar.

Con esa frase, empezó la despedida. No fue una discusión. No había nada que discutir. Solo teníamos que empezar a asumir la realidad.

Con esa frase, y el riego de unas lágrimas posteriores, nacía en mi habitación, una hora después, una pequeña raíz capilar. El inicio de una madurez. La conciencia del final. No seremos piratas, los buenos no ganan siempre, la muerte es real, el amor se acaba.

Aprendemos a soñar rápido, sacar el máximo partido al tiempo de margen que tenemos antes de que suene el despertador.

Una parte de nosotros se va volviendo vieja, sabia, pesimista. Pero no toda envejece, en nuestra alma queda un resquicio infantil que, cada vez que esa condenada anciana canosa se despista, se aferra a un sueño. Así vivimos. ¿Sabéis como se llama eso? Sí, esquizofrenia.

¿Y qué sacamos nosotros de esta lucha de opuestos? Si nuestra anciana sabe perfectamente que todo va a finalizar, ¿por qué seguimos los caprichos de una cría insensata hacia caminos que ya sabemos que guían al precipicio? ¿Qué nos queda después de lanzarnos al abismo?


La respuesta, mi respuesta, es la poesía.
Eso es lo que nos queda después de un sueño, de un amor acabado.
No es poco.
Pensadlo
¡Feliz día mundial de la poesía!

La poesía. Pablo Neruda.

Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.